Historia
SU GRAN

oRIGEN
Alemania
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS

CARÁCTER
leyenda
Existen grabados y pinturas anteriores al 1800 donde aparecen perros similares al weimaraner. En siglo XIX, el Gran Duque Carlos Augusto gobernó el ducado de Sajonia-Weimar-Eisenach (Alemania) y fue gran impulsor de la raza. Quedó enamorado de los antecesores del weimaraner y decidió desarrollar una raza de perro muy versátil para la caza.
Además, decretó que solo podrían ser criados por la nobleza. Por lo tanto, para el pueblo esta raza era una auténtica desconocida.
En un primer lugar, fueron perros empleados para la caza mayor pero con el paso tiempo esta empezó a disminuir y el Braco de Weimar se convirtió en un perro de muestra orientándose principalmente hacia presas pequeñas, como roedores o aves sin perder su instinto.
A mediados del siglo XX, gracias a Howard Knight empieza a conocerse la raza braco de Weimar. Howards se llevó algunos ejemplares a Estados Unidos en 1928 y desde entonces la difusión del Weimaraner en los diferentes lugares del mundo fue imparable.
Desde su origen hasta el día de hoy ha estado varias veces en peligro de extinción. Esto se debe a que tener un weimaraner ha estado muy restringido desde sus inicios ya que, en primer lugar solo la nobleza alemana podía tener esta raza y cuando esta se expandió por el resto del mundo se asoció como un perro de buen gusto, de clase alta y de inteligencia huma.
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Color gris plata
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Pelo corto
El weimaraner se caracteriza por su cuerpo musculoso, esbelto, atlético y de medidas muy proporcionadas. Existen dos tipos de variedades, el de pelo largo y el de pelo corto, todo y que la más conocida es el del pelaje corto. La longitud de su cuerpo es ligeramente superior a la altura a la cruz. El pecho es profundo pero no muy ancho. La línea inferior asciende ligeramente a la altura del vientre.
La cabeza es más ancha en los machos que en las hembras, pero en ambos casos está en perfecta armonía con el resto del cuerpo. En la mitad de la frente presenta una hendidura, pero la depresión naso-frontal es poco pronunciada. La nariz es de color carne, pero se vuelve gris gradualmente hacia la base. En los adultos los ojos son de color ámbar claro a oscuro y tienen una mirada expresiva. En los cachorros los ojos son azules.
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Sus rasgos más característicos son sus grandes orejas colgantes, sus variantes de su pelaje gris (plata, ciervo o ratón) y su figura muy marcada en el abdomen.
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A lo que se refiere a su tamaño se considera una raza grande. Se nota una notable diferencia entre los machos y la hembra. Ellos alcanzan una altura a la cruz de entre 59 a 70 centímetros, y un peso que va de los 30 a los 40 kilogramos. Ellas en cambio, la altura a la cruz va de los 57 a los 65 centímetros, y el peso va de los 25 a los 35 kilogramos.
El Braco de Weimar es una raza de perro muy dinámica, leal, intensa, valiente, inteligente y sumamente curiosa. Su carácter suele ser muy dócil y positivo por lo que es una de las razas más recomendadas para las familias. Estas deben tener un ritmo de vida activo ya que, aunque es una raza muy familiar requiere una actividad física elevada por lo que no se recomienda para personas sedentarias.
Su instinto cazador es muy fuerte y sueles ver rasgos de este con facilidad. Les encanta seguir rastros, perseguir aves o pequeños animales y tienen fijación por las pelotas y los juguetes con sonido.
Cabe destacar, que es una raza desconfiada o tímida con los desconocidos. Por lo que es muy importante que desde pequeños se trabaje en su sociabilización relacionándolos con más perros y con diferentes personas fuera del ámbito familiar. Además, sienten una gran devoción por sus familias y por este motivo, son muy dependientes y protectores. Son testarudos y de ideas muy fijas por eso se necesita de mucha paciencia y firmeza con ellos.
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Valiente
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Caprichoso
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Enérgico
Cuenta la leyenda que al nacer un príncipe alemán recibió como obsequio la escultura en plata de un perro de caza tallada por el mejor orfebre del reino. Éste le dijo que, en la soledad de cada noche, cuando ningún humano pudiera verlo, la estatua cobraría vida y recorrería los campos como un fantasma vigilando su territorio.
Un día, el príncipe consiguió sorprender al perro en el momento justo de la transformación y, mediante un embrujo formulado por la hechicera de la corte, el Braco de Weimar quedó encarnado en la forma en que hoy le conocemos. Por su elegante estampa y el gran tamaño, que adquiere al alcanzar la edad adulta, se diría que, verdaderamente, es una estatua que ha cobrado vida.
Debido a la sensación que provoca, de alma vigilante en la noche, su pelaje gris plateado, brillante, combinado con las brumas nocturnas, la niebla enlazada en la vegetación y la arboleda, recibe el apodo de "fantasma gris" o "fantasma plateado". Este nombre viene dado principalmente por los soldados estadunidenses que cuando llegaron a la región de Weimar veían “fantasmas grises” corriendo por sus espesos bosques. Esto solo hizo acrecentar la maravillosa leyenda de esta raza.